Aix-les-Bains, una pintoresca ciudad en Francia, es rica en historia y atracciones. Sus orígenes se remontan a la época romana, cuando las aguas termales convirtieron la zona en un destino de baño popular. El patrimonio histórico es visible en las ruinas romanas, incluido el Templo de Diana.

El casco antiguo de Aix-les-Bains cuenta con encantadoras calles bordeadas de elegantes edificios del siglo XIX. El impresionante Château de la Roche du Roi ofrece vistas impresionantes al lago Bourget, el lago natural más grande de Francia.

El lado moderno de la ciudad se exhibe en el impresionante Grand Cercle Casino y en el centro de convenciones. El lago Bourget invita a los visitantes a practicar deportes acuáticos, mientras que el cercano Parc Floral ofrece tranquilidad y contacto con la naturaleza.